martes, 20 de julio de 2010

Creo que en tan pocas palabras, pudo representar lo que todos sentimos sobre la amistad. Una palabra que se usa amenudo pero que también se usa erroneamente. Porque vos sos una de esas amigas que "denominamos amigos del alma, de corazón", te dedico por este día, este poema:
El árbol de los amigos
Existen personas
en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de
haberse cruzado en nuestro camino.

Algunas recorren
el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, más otras
apenas vemos entre un paso y otro.

A todas las
llamamos amigos y hay muchas clases de ellos. Tal vez cada hoja de
un árbol caracteriza uno de nuestros amigos. El primero que nace del
brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá, que nos muestra lo
que es la vida.


Después vienen
los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que
puedan florecer como nosotros. Pasamos a conocer a toda la familia
de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.

Mas el destino
nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a
cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos
del alma, de corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no
estamos bien, saben lo que nos hace feliz. Y a veces uno de esos
amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un
amigo enamorado. Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros
labios, saltos a nuestros pies.

Mas también hay
de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos
días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en
nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca.

Hablando de
cerca, no podemos olvidar a amigos distantes, aquellos que están en
la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen
entre una hoja y otra.

El tiempo pasa,
el verano se vá, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras
hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas
estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron
continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos
de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.

Te deseo, hoja de mi árbol, paz,
amor, salud, suerte y prosperidad. Hoy y siempre... Simplemente
porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja
un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se
llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejaran nada.


Esta es la mayor
responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que Dos
Almas no se encuentran por Casualidad

Anónimo
Te amo Laruchis, así como sos, como una amiga de verdad.
Siempre con vos y para vos, tu AMIGA, Nati (alias, el Pastel)

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